Para este jueves está previsto que el presidente de EE.UU, Donald Trump, acepte la nominación para ser reelegido en un discurso que pronunciará en directo desde la explanada sur de la Casa Blanca.
Trump, fue confirmado el lunes formalmente como candidato republicano a las elecciones del próximo 3 de noviembre en una convención reducida pero presencial, ante la que jaleó 'el entusiasmo de su base', mucho mayor que 'cuatro años atrás'.
'Sentía una obligación de venir a Carolina del Norte', dijo Trump ante los delegados del partido reunidos en el Centro de Convenciones de la ciudad de Charlotte (Carolina del Norte), donde comenzó el pasado lunes el evento.
El encuentro en Charlotte congregó a 336 delegados (seis por cada estado y territorio), frente a los 2.550 habituales, con el objetivo de evitar congregaciones masivas, y quienes votaron de manera unánime a favor del magnate inmobiliario neoyorquino. Este respaldo inquebrantable ha roto con otras de las tradiciones de las convenciones: la elaboración de una plataforma con las bases programática del partido y que en esta ocasión se ha obviado, dejando paradójicamente vigente la de 2016.
Este miércoles hizo lo propio el vicepresidente Mike Pence quien aceptó, desde Fort McHenry (Maryland), su nominación para un segundo mandato en el cargo de cara a las elecciones del próximo noviembre, después de ver refrendada su candidatura en la Convención Nacional Republicana.
Precisamente este evento ha generado algunas críticas debido a la utilización de la Casa Blanca para algunos actos, dado que se supone que los presidentes no deben usar la residencia oficial o edificios federales para actos de campaña.
'La Ley Hatch existe para evitar que el Gobierno se convierta en un brazo de campañas políticas, es una ley anticorrupción que prohíbe el uso indebido de recursos y cargos públicos', dijo ayer en Twitter el representante demócrata por Virginia Don Beyer.
La Convención Republicana tuvo el martes algunos actos retransmitidos desde la Casa Blanca, así como una inusual participación del secretario de Estado, Mike Pompeo, desde Jerusalén, donde se encontraba de visita oficial.
La convención de Trump y su familia
Pese a la polémica, la Convención Nacional Republicana, que se celebra desde el lunes, ha dejado ver ausencias que hablan de las diferencias dentro del partido respecto a la figura de Donald Trump, que ha transformado el evento en casi una fiesta de él y su familia.
Una las ausencias más notorias es la del único exmandatario conservador vivo, George W. Bush (2001-2009): Y es que el expresidente no hará acto de presencia en el evento de este año, como tampoco hizo en 2016, cuando Trump fue nominado por primera vez como candidato a la Presidencia.
La tarea de Melania
La primera dama, Melania Trump, sorprendió este martes con un discurso en el que reconoció el dolor provocado por la pandemia del coronavirus y ofreció consuelo a las víctimas en EE.UU., en contraste con el beligerante discurso dominante en la convención republicana.
'Mi más profunda simpatía va con todos aquellos que han perdido a un ser querido, y mis oraciones están con aquellos enfermos y en sufrimiento', afirmó.
Las palabras de Melania Trump supusieron un marcado contraste respecto al tono de los oradores precedentes, tanto del martes como del lunes con continuos advertencias sobre el fin del sueño americano y la llegada del socialismo opresor si el candidato Joe Biden logra la victoria en las elecciones de noviembre.
Latinoamérica y Trump: ¿miedo a represalias o conveniencia?
La relación de Latinoamérica con el presidente de EE.UU., Donald Trump, ha sido muy criticada por 'haberle dado la espalda a la región', sin embargo, destacan varias alianzas como con México, Brasil y Colombia, que al parecer han ignorado los ataques por miedo a represalias comerciales o por ganarse un lugar entre los 'amigos' del magnate.
Oficializados ya los dos candidatos que se enfrentarán el 3 de noviembre por la Presidencia de EE. UU., el republicano Donald Trump, que busca la reelección, o el demócrata Joe Biden, Latinoamérica mira por el retrovisor a una Administración que en estos cuatro años deja un sabor agridulce en la región y su fuerte oposición con numerosas sanciones hacia Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Para Michael Shifter, presidente del centro de análisis e intercambio político de Diálogo Interamericano con sede en Washigton, 'la relación se ha deteriorado en general entre América Latina y Estados Unidos bajo la Administración Trump, hace cinco años cuando era candidato a la Presidencia, empezó su discurso insultando a los migrantes mexicanos al tildarlos de violadores y criminales, y sigue con esa retórica muy agresiva contra los migrantes de la región'.
'Nunca hemos tenido un presidente de EE.UU. que no toma en cuenta los intereses nacionales y políticas públicas como tal, sino siempre en función de su agenda personal', dijo Shifter.
Para Carlos Augusto Chacón, director académico del Instituto de Ciencia Política Hernán Echavarría Olózaga (ICP), un centro de pensamiento colombiano de origen empresarial con sede en Bogotá, 'ha sido una relación muy compleja pero también una relación que cambió positivamente para la región'. 'Indudablemente hay que partir de separar las expresiones públicas del presidente Trump a través de redes sociales frente a muchos temas y otra lo que se evidencia en las entidades de EE.UU. encargadas de la política exterior como son el Departamento de Estado y el Departamento de Defensa, que tienen papeles muy importantes', explicó Chacón.