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Europa, que ha llegado a registrar más de 200.000 casos de COVID-19 diarios en jornadas pasadas, es nuevamente el epicentro global de la pandemia, pero todavía pueden tomarse medidas para evitar tener que recurrir otra vez a los confinamientos, señalaron hoy expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

'Europa vuelve a ser epicentro de la enfermedad, pero aún podemos darle la vuelta a esta tendencia', señaló el director de Emergencias Sanitarias de la OMS, Mike Ryan, quien pidió 'mayores sacrificios' y tomar ejemplo de países que han conseguido evitar nuevas oleadas de Covid-19

La directora técnica de la OMS para la COVID-19, Maria Van Kerkhove, añadió que los expertos 'aún tienen la esperanza de que no hagan falta nuevamente confinamientos nacionales' como los dictados en la primavera en el hemisferio norte y que se puedan controlar las cifras con otras herramientas como el rastreo de contactos.

'Los países de Europa lograron controlar la enfermedad en primavera y verano, pueden volver a hacerlo y lo harán', vaticinó la experta estadounidense, quien señaló que se pueden evitar los encierros masivos de población 'si todo el mundo cumple su parte y toma sacrificios individuales'.

Tales sacrificios, subrayó, significan desde evitar lugares concurridos a posponer grandes reuniones, 'decisiones duras que hay que tomar para poder reducir la exposición'.

Van Kerkhove también afirmó que 'hay que hacer todo lo posible para mantener las escuelas abiertas', después de que en la primera oleada tuvieran que cerrar durante varios meses.

El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, reiteró por su parte que la organización 'entiende la fatiga física y mental' que la pandemia está causando en unas sociedades que han tenido que trabajar más en casa, no pudieron organizar grandes celebraciones en buena parte del año o ni siquiera tuvieron la posibilidad despedirse de seres queridos que fallecieron.

'El cansancio es real, pero no debemos rendirnos', subrayó el experto etíope, quien pidió a los líderes políticos hacer todo lo posible por proteger a los trabajadores sanitarios y evitar que los hospitales y unidades de cuidados intensivos lleguen al límite de su capacidad.