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Al menos 62 personas han muerto y casi 900 han resultado heridas en Turquía por el terremoto de 6,8 grados de magnitud que el viernes al mediodía asoló las costas del mar Egeo, informó este domingo el servicio de emergencias turco AFAD.

'Sesenta y dos ciudadanos han perdido la vidas. De 940 heridos, 722 han sido dados ya de alta en los hospitales y 218 continúan bajo tratamiento médico', se indica en un l comunicado de AFAD.

'Las tareas de búsqueda y rescate continúan en ocho edificios de Esmirna', añade la breve nota.

Un total de 104 personas han sido ya liberadas con vida de los escombros de 17 edificios derruidos en la ciudad, según indicó esta mañana el vicepresidente del Gobierno turco, Fuat Oktay en una comparecencia ante la prensa en Esmirna.

Esmirna, ciudad que, con 4 millones de habitantes, es la tercera mayor de Turquía y la más afectada por el seísmo, cuyo epicentro se situó a 60 kilómetros de la urbe en el mar Egeo.

La última persona salvada fue aparentemente un hombre de 70 años, Ahmet Çitim, que fue rescatado poco después de la medianoche pasada y trasladado a un hospital, tras haber pasado 33 horas atrapado, un éxito celebrado como 'milagro' por la prensa turca.

Aunque hasta el momento no hay estimaciones oficiales sobre el número de personas que aún están desaparecidas, los equipos de rescate estiman que faltarían por localizar aproximadamente 30 víctimas entre los escombros, según dijo a la prensa local el especialista en salvamento Muhammed Zahiroglu.

Según AFAD, desde el mediodía del viernes, cuando el fuerte terremoto sorprendió a los ciudadanos de la ciudad, se han registrado 812 réplicas del sismo, 40 de ellas de una magnitud mayor de 4 grados, desde el mediodía del viernes, cuando el gran terremoto sorprendió a los ciudadanos de la ciudad.

El seísmo se llegó a sentir en una amplia zona, llegando a percibirse incluso en varias ciudades de Bulgaria, mientras que en cercana la isla griega de Samos causó la muerte de dos jóvenes, lo que eleva a 53 el número total y provisional de víctimas mortales de la catástrofe.