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La oposición de Venezuela denunció este miércoles que varias empresas cubanas del sector de telecomunicaciones 'han hecho fortuna' en el país mediante contratos suscritos con el Estado e instituciones públicas venezolanas, favoreciendo así a ambos Gobiernos.

'Cubatel, Copextel, Albet y Etecsa son empresas cubanas que han hecho fortuna gracias a contratos con empresas del Estado e instituciones públicas de Venezuela. Esto le ha permitido a la dictadura de Maduro copiar el sistema cubano de control político y financiar a La Habana', explicó Julio Borges, representante del líder opositor Juan Guaidó para las Relaciones Exteriores.

Según Borges, se trata de 'un mecanismo para profundizar la penetración cubana en el país y financiar a la dictadura castrista' a través de dichas compañías, que suman 'más de 5.000 millones de dólares en contratos', pese a que 'no tenían experiencia ni conocimiento en el área'.

'Cuando se revisan a fondo los contratos, uno se percata que estas empresas no tenían experiencia en el área. Además, fueron contratos secretos, que se dieron de espaldas al país y que en muchos casos constituyen una violación flagrante a la soberanía. Por ejemplo, Cuba tuvo acceso al sistema de identidad de Venezuela', precisó.

Asimismo, indicó que La Habana 'es el sostén más importante de (el presidente venezolano) Nicolás Maduro', a quien -considera- apenas le quedan apoyos.

'Maduro se ha quedado sin apoyos. Solo le quedan Cuba, Irán y el crimen organizado. La inteligencia cubana es la que le permite perseguir a la Fuerza Armada y a la sociedad civil. Es un aparataje dictatorial montado para desmontar la lucha interna del pueblo venezolano', aseguró Borges.

En su opinión, ante esta situación, 'el mundo debe presionar a Cuba y a Maduro para lograr una transición', sostuvo.

Además, señaló que desde la oposición, 'se seguirá insistiendo para que la comunidad internacional avance en la justicia universal frente a los graves crímenes cometidos por el régimen de Maduro'.

Según los antichavistas, el mandatario y miembros de su Ejecutivo son responsables de numerosos crímenes y violaciones a los derechos humanos, una teoría avalada por varias organizaciones no gubernamentales nacionales e internacionales.