La campaña del presidente saliente de EE.UU., Donald Trump, rechazó este martes al fiscal general William Barr, quien ha asegurado que el Departamento de Justicia no ha descubierto pruebas de fraude en las elecciones del pasado 3 de noviembre, en las que se impuso el demócrata Joe Biden.
'Con el debido respeto al fiscal general, no ha habido nada parecido a una investigación del Departamento de Justicia', apuntaron en un comunicado Rudy Giuliani y Jenna Ellis, abogados de Trump.
Sin esgrimir ninguna prueba, el equipo legal del líder republicano dijo que había 'reunido una amplia evidencia de votación ilegal en al menos seis estados, que no han sido examinados' y que tienen 'muchos testigos que juran haber visto delitos cometidos en relación con el fraude electoral'.
'Hasta donde sabemos -agregan-, ni uno solo ha sido entrevistado por el Departamento de Justicia. El Departamento de Justicia tampoco ha auditado ninguna máquina de votación o usado sus poderes de citación para determinar la verdad'.
Los abogados, que han intentado sin éxito una serie de recursos en estados claves, anticiparon que continuarán en su 'búsqueda de la verdad a través del sistema judicial y las legislaturas estatales', y que se asegurarán de que 'cada voto legal sea contado y cada voto ilegal no'.
'Una vez más, con el mayor de los respetos al fiscal general, su opinión parece ser sin conocimiento ni investigación de las irregularidades sustanciales y evidencia de fraude sistémico', indicaron.
En una entrevista con la agencia AP, recogida por medios locales, Barr dijo que los fiscales y los agentes del FBI han estado trabajando para hacer un seguimiento a las quejas e información que han recibido, pero apuntó que no han descubierto ninguna prueba que cambie el resultado de las elecciones.
'Hasta la fecha, no hemos visto un fraude de tal magnitud que pudiera haber afectado un resultado diferente en las elecciones', señaló Barr, citado por los medios.
El titular del Departamento de Justicia fue hace unas semanas blanco de críticas por parte de 23 fiscales federales que censuraron las instrucciones que dio el pasado 10 de noviembre a todos sus subordinados para que investigaran supuestas irregularidades en los comicios.
Trump ha asegurado, sin haber presentado pruebas, que fue víctima de un fraude electoral después de Biden se impusiera por una amplia mayoría en el voto popular y superara el mínimo de 270 delegados del Colegio Electoral para ser proclamado vencedor.
Sin embargo, la estrategia de Trump ha permitido que su campaña recaude más de 150 millones de dólares desde el día de las elecciones, reveló el lunes el diario The Washington Post, citando a personas conocedoras de esas contribuciones.
Según el rotativo, el dinero recaudado puede ir a parar a una cuenta para que el presidente la use en actividades políticas después de que abandone el poder, el próximo 20 de enero, o destinarlo para lo que queda de su batalla legal.