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El presidente saliente de EE.UU., Donald Trump, convirtió este lunes lo que debía ser un mitin a favor de los dos candidatos republicanos al Senado en Georgia en un acto de defensa de sus propias maniobras antidemocráticas para retener el poder, que amenazan con partir en dos a su partido.

Tanto Trump como el presidente electo del país, Joe Biden, viajaron a Georgia para hacer campaña a favor de los candidatos de sus respectivos partidos que este martes se juegan el cargo en unas elecciones que decidirán quién controla el Senado durante los próximos dos años, y sus mítines no pudieron ser más diferentes.

Mientras Biden hizo un alegato sobre el poder que tiene cada votante estadounidense para cambiar las cosas en el país, Trump repitió sus teorías conspiratorias y acusaciones infundadas sobre las elecciones del pasado noviembre, que tienen como objetivo invalidar millones de votos que no fueron a su favor.