El jefe de la policía del Capitolio de Estados Unidos, Steven Sund, renunció este jueves tras las críticas recibidas por su incapacidad para impedir el asalto al Congreso por una turba de seguidores del presidente, Donald Trump, que causó cinco muertos.
La renuncia de Sund, quien había sido objeto de críticas especialmente duras de parte de la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, entrará en efecto este 16 de enero, informó una portavoz de su oficina.
Horas antes, Pelosi había pedido la renuncia de Sund y la de los responsables de la seguridad de ambas cámaras del Congreso, cada una de las cuales tiene su policía, aparte de la conjunta del Capitolio.
Pero en su rueda de prensa, Pelosi había sido especialmente dura con el jefe de la policía del Capitolio.
'Señor Sund, ni siquiera nos ha llamado desde que sucedió esto', le dijo la presidenta de la Cámara Baja.
Los legisladores de ambas cámaras y de ambos partidos se comprometieron a investigar cómo pudo la seguridad del Capitolio permitir que la turba de seguidores de Trump penetrara por la fuerza en el edificio, en unos disturbios que dejaron cinco muertos, incluido un policía del Capitolio, y varios agentes lesionados.
Sund, que era jefe de policía del Capitolio desde junio de 2019, había servido antes en el Departamento de Policía Metropolitana de Washington durante más de 25 años.
Policía muerto
La Policía del Capitolio confirmó a última hora del jueves la muerte del agente, identificado como Brian D. Sicknick, después de varias horas de confusión y rumores sobre el posible fallecimiento de un policía.
'Aproximadamente a las 9:30 de esta noche (02:30 GMT del viernes), el agente de la Policía del Capitolio Brian D. Sicknick falleció debido a heridas que sufrió cuando estaba trabajando' en el asalto al Congreso, indicó un portavoz de ese cuerpo policial en un comunicado.
Sicknick resultó herido 'mientras se enfrentaba físicamente a los manifestantes' que invadieron el Congreso, y sufrió un 'colapso' cuando volvió a su oficina, por lo que le trasladaron al hospital, explica la nota.
El agente llevaba trabajando para la Policía del Capitolio desde 2008, según la agencia policial, que aseguró que está investigando lo ocurrido.
Los otros cuatro fallecidos identificados por las autoridades son manifestantes: Ashli Babbitt, una mujer de 35 años residente en San Diego (California, EE.UU.); Benjamin Phillips, de 50 años y de Ri (Pensilvania); Kevin Greeson, de 55 años, de Athens (Alabama); y Rosanne Boyland, de 34 años, de Kennesaw (Georgia).