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El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, pidió este jueves al secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), António Guterres, reanimar con urgencia el diálogo entre su país y Guyana, en vista de la disputa territorial que mantienen ambas naciones.

'Usted tiene la capacidad para reanimar el diálogo, como camino para evitar decisiones ajenas a la legalidad internacional que pueden poner en grave riesgo la paz y la seguridad de la región', dice Maduro a Guterres en una carta que el mandatario venezolano enviará este viernes a la sede de la ONU, en Nueva York.

En la misiva, que fue leída por Maduro en televisión estatal, se reitera el rechazo de Venezuela a la intercesión de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en la disputa, luego de que el tribunal se declarara competente para juzgar la validez de un laudo arbitral de 1899, que estableció la frontera entre los dos países.

'Hemos reiterado incansablemente que Venezuela nunca ha prestado su consentimiento para que la Corte conozca sobre la controversia territorial sobre la Guayana Esequiba y mucho menos aun para involucrarla en una acción unilateral planteada por Guyana, sobre un asunto jurídico ya superado, como es el laudo arbitral de 1899', dice el texto.

Venezuela nunca aceptó ese laudo, al considerar que los jueces fueron parciales y que el proceso estuvo viciado y, en cambio, firmó con Reino Unido en 1966, justo antes de la independencia de Guyana, el Acuerdo de Ginebra, que en un principio sentó las bases para resolver la controversia, pero las negociaciones se extendieron durante más de dos décadas sin resultados.

Conversaciones urgentes                                 

Maduro remarcó en su carta a Guterres que solo las conversaciones directas pueden acercar a las partes 'a una solución verdaderamente negociada, amistosa y definitiva'.

'Creemos que ahora más que nunca es necesario contar (...) con sus buenos oficios, en el sentido más amplio posible, para reiniciar, con la urgencia que esta controversia amerita, conversaciones directas entre Guyana y Venezuela con el objetivo de avanzar hacia el entendimiento pacífico y beneficioso a ambas partes', prosigue el escrito.

El mandatario reiteró que Venezuela nunca otorgó el consentimiento a la CIJ para resolver esta disputa y por ello ha rechazado la decisión que la Corte emitió en diciembre, sobre estos casi 160.000 kilómetros cuadrados ubicados al oeste del río Esequibo, lo que supone casi dos terceras partes de la antigua colonia británica.

'En sus manos está el encauzamiento de una controversia territorial mediante medios pacíficos, una solución amistosa, práctica y satisfactoria para ambas partes (...) y no mediante un fraude procesal que pretende socavar la soberanía territorial de Venezuela', añade la carta.

Una vez leída la misiva, Maduro firmó un decreto mediante el cual se establece un nuevo territorio marítimo de Venezuela denominado 'Territorio para el desarrollo de la Fachada Atlántica', que pretende reforzar la soberanía del país en esta área.

Protesta a la CIJ   

Por otra parte, Maduro informó que enviará una carta dirigida al presidente de la CIJ, Abdulqawi Ahmed Yusuf, en la que protestan por la fecha para la que ha sido fijada una audiencia sobre el caso, el próximo 25 de enero, puesto que, afirmó, 'no brinda la posibilidad' de preparar la posición de Venezuela.

Según Maduro, el tribunal 'ha actuado de una manera extrañamente irregular', pues 'para cualquier caso pueden pasar hasta 3 meses o más para convocarse a audiencia entre las partes, para ver la decisión de la Corte'.

'Pretendían imponernos una audiencia el 15 de enero, sin que Venezuela conociera la decisión oficial entregada con sello y firma de la Corte (...) Hemos solicitado el cambio de fecha y nos dicen que han cambiado la fecha por 10 días, lo cual es un exabrupto extraño, sospechoso', subrayó.

En su opinión, detrás están los lobbys estadounidense, británico y petrolero.

Frente a esta situación, explicó que la CIJ ha insistido 'en desconocer las razones de peso y de fondo alegadas por Venezuela para exigir una postergación de la audiencia para abril y para que se haga de forma presencial'.

'Exigimos nuestros derechos y, si se va a convocar la audiencia, (que) se le de el tiempo necesario a la República Bolivariana de Venezuela para conocer de manera extensa y detallada esta injusta sentencia y preparar los alegatos necesarios', concluyó.