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La vicepresidenta electa de Estados Unidos, Kamala Harris, renunció este lunes a su escaño como senadora en la Cámara Alta de EE.UU., mientras que el mandatario electo, Joe Biden, repartió comida en Filadelfia, a dos días de su investidura y coincidiendo hoy con la festividad de Martin Luther King Jr.

Harris dimitió formalmente como senadora por California, puesto que ha ejercido durante los últimos cuatro años, en una carta enviada al gobernador de ese estado, Gavin Newsom.

'Querido gobernador Newson: renunció aquí como senadora del estado de California, efectivo el 18 de enero de 2021 a las 12.00 pm EST (17.00 hora GMT). Al asumir mis deberes como vicepresidenta de Estados Unidos, me gustaría agradecer a la gente de California por el honor de haberlos servido en el Senado de EE.UU. en los últimos cuatro años', indicó Harris en la misiva.

El miércoles Harris jurará el cargo como la primera mujer que accede a la Vicepresidencia del país, un hito que irá acompañado por el hecho de que es la primera afroamericana y la primera persona de origen asiático en convertirse en vicepresidenta.

Harris, que ha sido también la primera mujer afroamericana en servir como senadora representando a California, ganó el escaño en noviembre de 2016, después de haber sido fiscal general en este estado.

Newsom ha designado al secretario de Estado de California, Alex Padilla, para sustituir a Harris en el Senado, una cámara que lidera el vicepresidente del país, con lo que la ya exsenadora se encargará de presidirla una vez que jure su nuevo cargo el miércoles.

Harris jurará como vicepresidenta en una ceremonia frente al Capitolio en Washington, un poco antes de que Biden preste juramento como presidente de EE.UU.

Por su parte, Biden pasó este festivo nacional como voluntario colaborando con una ONG, Philabundance, la mayor organización que reparte comida en Filadelfia.

Mientras Biden ayuda a banco de alimentos

Según la prensa que lo acompañaba, Biden estuvo colocando alimentos enlatados y bolsas de arroz en cajas para su posterior distribución.

Mientras Harris y Biden continuaban con su agenda programada para este lunes, se desataba una falsa alarma por un incendio sin mayores consecuencias en las proximidades del Capitolio del país, en Washington DC, donde en los últimos días se han reforzado las medidas de seguridad ante un hipotético ataque durante su investidura, este miércoles.

En un comunicado, la Policía del Capitolio informó de que 'en precaución por una amenaza de seguridad bajo el puente sobre la (carretera) I-295 en las calles Primera y F SE' había ordenado el cierre del complejo del Capitolio.

El Departamento de Bomberos del Distrito de Columbia apuntó en un tuit que había extinguido un incendio en el bloque 100 de la calle H, en el sureste de la ciudad.

Miles de efectivos de la Guardia Nacional se han desplegado en el recinto del Capitolio y en otras partes del centro de Washington DC con motivo de la investidura de Biden y Harris, después de que cientos de seguidores del mandatario saliente, Donald Trump, irrumpieran en la sede del Congreso el pasado día 6, en un suceso que dejó 5 muertos.

Además se ha restringido el tráfico en numerosas calles del centro de Washington DC, donde se han erigido vallas y se han colocado bloques de hormigón, ante un posible ataque el día de la investidura.

Y Trump tiene 'muchas llamadas y muchas reuniones'

En cuanto al presidente saliente, pocos datos se han sabido de cómo está pasando este lunes.

La noche del domingo, la Casa Blanca señaló que Trump estaría trabajando este lunes 'desde la mañana temprano hasta tarde en la noche' y que durante este tiempo tendría 'muchas llamadas y muchas reuniones', sin ofrecer más precisiones y sin que en las últimas horas se hayan dado a conocer más detalles.

La cadena de televisión CNN, que citó a tres personas conocedoras del asunto, subrayó que se espera que Trump conceda 100 perdones o conmutaciones de penas mañana, el que será su penúltimo día en el cargo, que afectarán desde delincuentes financieros a raperos, entre otros.

Las fuentes de la CNN destacaron que no está previsto que Trump se conceda un perdón a sí mismo de manera preventiva, como algunos medios habían especulado.

Entre los afectados por el perdón podría estar el rapero Lyl Wayne, que se declaró el año pasado culpable de llevar consigo una arma de fuego cuando viajaba en un jet privado a Florida y el exasesor de Trump Steve Bannon, que fue arrestado el verano pasado por fraude.