Los partidarios de Alexéi Navalni, mantuvieron hoy el pulso al presidente Vladímir Putin con protestas en toda Rusia para exigir la liberación del líder opositor y expresar su indignación con la situación económica y social en el país, y lo hicieron en medio de la represión y la detención de más de 5.000 personas.
'Vine a defender mis derechos y los derechos de los presos políticos. Esto me importa y creo que debe importar a todos', dijo a Efe la estudiante Sofía, que participó junto a otros miles de ciudadanos en la protesta de Moscú.
Las marchas en apoyo de Navalni tuvieron lugar en más de 140 ciudades, desde Vladivostok en el Lejano Oriente, a Novosibirsk en Siberia, Yekaterimburgo en los Urales, San Petersburgo en el mar Báltico o el centro del poder, en Moscú.
Y eso pese a que miles de policías fueron desplegados en todo el país para tratar de impedir que se repitan las imágenes del pasado día 23, cuando más de 110.000 personas asistieron a la primera convocatoria del líder opositor para desafiar al Kremlin.
En Moscú, las fuerzas de seguridad impidieron a los manifestantes el acceso a la plaza de Lubianka, donde se encuentra el Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB), por lo que se desviaron a otros puntos de la ciudad cada vez que aparecía la policía.
En San Petersburgo fue imposible llegar a la céntrica Avenida Nevski y los ciudadanos tuvieron que congregarse cerca del Teatro de Juventud, la plaza Sennaya y la Asamblea Legislativa.