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Los estadios de Nueva York, que han empezado a abrir sus puertas para acelerar la campaña de vacunación contra la covid-19, empezarán a retomar su actividad tradicional de albergar conciertos de música y competiciones deportivas a finales de febrero, anunció este miércoles el gobernador Andrew Cuomo.

Todo estadio con una capacidad superior a 10.000 personas podrá abrir al público a partir del 23 de febrero al 10 % de su capacidad y siempre que cuente con la aprobación del Departamento de Salud del estado.

El gobernador apuntó que el estadio Brooklyn's Barclays Center ya cuenta con los permisos para acoger un partido de baloncesto entre los Brooklyn Nets y Sacramento Kings, el mismo día 23.

Pero el público que quiera disfrutar de su equipo en directo o de su grupo de música favorito deberá mostrar una prueba de la covid-19 negativa realizada en las 72 horas anteriores al silbato inicial.

Además, las mascarillas y el mantenimiento de la distancia social serán obligatorios.

Estadios, salas de conciertos y teatros fueron clausurados en marzo del año pasado para evitar la propagación de la covid-19.

Precisamente este miércoles, el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, acudió al estadio Citi Field de los Mets, en el barrio de Queens, coincidiendo con su apertura pero como centro de vacunaciones.

'Pronto será el día de la inauguración para el béisbol, pero hoy es el día de la inauguración para la gente de esta ciudad, para que la gente de Queens pueda ser vacunada', dijo de Blasio.

El alcalde anunció que este nuevo centro masivo de vacunación empieza abriendo unos días a la semana con una capacidad de 4.000 vacunas al día, pero con la intención de acabe abriendo siete días a la semana, las 24 horas y ofreciendo 5.000 dosis diarias.

Hoy, solo unas pocas personas se acercaron con cuentagotas para recibir su inyección en el brazo.

Su apertura se suma a la reciente del estadio de los Yankees, en el Bronx.

La apertura de estos emblemáticos lugares se produce después de que se divulgaran informes que revelaban que los blancos han sido los más beneficiados con la vacuna en Nueva York.

En la actualidad siete millones de neoyorquinos, entre los que se encuentran los mayores de 65 años, pueden recibir la vacuna, pero debido, precisamente, a la falta de dosis, es necesario programar una cita con antelación antes poder ser inoculado.

Por su parte, Cuomo anunció la inauguración de otros dos centros de vacunación masiva, para poder inmunizar a 3.000 personas más al día.

Uno de ellos en la Universidad Medgars Evers, en Brooklyn y el segundo en la universidad de York, también en el barrio de Queens.

Además, el gobernador adelantó que está en conversaciones con el Gobierno federal para abrir otro centro fuera de la ciudad de Nueva York que pueda recibir a 1.000 personas al día.