París y un tercio de Francia se preparan este viernes para su tercer confinamiento en un año, que comenzará el fin de semana, durará al menos un mes y, aunque limitará los movimientos, será más ligero que los de marzo y noviembre.
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Dieciséis departamentos del país, donde residen 21 millones de sus cerca de 70 millones de ciudadanos, afrontarán restricciones con las que el Ejecutivo espera frenar la pandemia en un momento en que la media de contagios roza los 25.000 diarios y la tasa de incidencia en los últimos siete días llega a los 266 casos por cada 100.000 habitantes.
Hasta ahora había un toque de queda en toda Francia de seis de la tarde a seis de la mañana, que en regiones como la de Niza y Dunkerque, en el sur y en el norte, se completaba con un confinamiento durante el fin de semana.
A partir de este sábado, en esos dos departamentos y en otros 14 se impone un confinamiento toda la semana, y tanto en ellos como en el resto del país el inicio del toque de queda se retrasa a las siete.
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Se podrá salir de casa con un justificante a una distancia máxima de 10 kilómetros y sin límite de tiempo, los colegios seguirán abiertos y también los comercios de primera necesidad, una categoría en la que entran las librerías, tiendas de discos o de bricolaje. Según dijo hoy el portavoz gubernamental, Gabriel Attal, también las peluquerías.
Abdel, de 53 años, es uno de quienes este viernes bajará la persiana. Es sastre tiene una pequeña tienda de ropa en París, y sostiene que el pequeño comercio está 'exhausto'.
Aunque asegura a EFE que las ayudas estatales recibidas no son suficientes, no baja los brazos: 'Estamos obligados a pelear: somos artesanos, amamos lo que hacemos... Intentamos ser optimistas. Quizá un día el cielo volverá a ser azul, la gente estará bien, la salud regresará...'.
La misma preocupación comparte la cofundadora de la librería Ici, Anne-Laure Vial, aunque esta vez ella sí pueda mantener abierto su local.
'No sé nada de cómo será el futuro ni de si vendrá mucha gente o no. Lo que sé es que será mejor que si estuviéramos cerrados o que si tuviéramos que vivir sólo del 'click and collect'', dice sobre ese sistema que en el pasado les autorizó la venta por internet y la recogida en tienda.