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Gracias a una prueba de ADN, unas gemelas idénticas separadas al nacer en Corea del Sur y adoptadas por familias estadounidenses supieron por primera vez de la existencia de su hermana y pudieron reunirse en Florida 36 años después de venir al mundo, según informó este viernes la radio pública WLRN.

Molly Sinert, que vive en Palm Beach Gardens (sureste de Florida), fue la que descubrió que tenía una hermana gemela, Emily Bushnell, que vivía en Filadelfia.

Ambas, curiosamente adoptadas cada una por una familia judía, celebraron juntas su cumpleaños número 36 el 29 de marzo en Fort Lauderdale (Florida), según la emisora, que publica en su web un reportaje fotográfico del encuentro.

Todo empezó cuando Molly Sinert tuvo que hacerse una prueba de ADN por razones médicas y después se interesó en buscar con ayuda de una aplicación si tenía familiares en EE.UU.

Izzy, una hija de Emily, estaba también en la búsqueda de lazos familiares maternos y se había hecho una prueba genética casera para poder encontrarlos.

La aplicación encontró que ambas tenían una coincidencia genética de más del 50 %, por lo que podían ser madre e hija. Como Molly no tiene hijos, saber de la existencia de Izzy fue 'algo increíble', según dijo a la emisora.

Por el intercambio de información entre quienes eran tía y sobrina sin saberlo se pudieron conectar las gemelas, primero por teléfono y mensajes de texto y luego en persona.

'Estaba nerviosa por el encuentro pero al mismo tiempo fascinada. Los nervios obedecían a que temía defraudar las expectativas de ella, aunque en el fondo sabía que no iba a ser así', dijo Bushnell.

Sinert dijo que fue 'difícil mirarse en el espejo' después de ver a su gemela y que nunca pensó que había tantas coincidencia entre ambas, no solo físicamente, a pesar de haber vivido sin saber una de la otra tanto tiempo.

El interés de ambas por la cultura coreana ha crecido después del reencuentro.