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Sin mayores sobresaltos y en medio de los resguardos sanitarios a los que obliga la pandemia, se realizó la primera jornada de comicios en Chile en los 2.731 locales de votación que busca elegir a las 155 personas que escribirán una nueva Constitución, un proceso histórico que acabará con la actual Carta Magna, herencia de la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990), y que definirá el modelo del país para las próximas décadas.

La elecciones, que fueron aplazadas en abril por la pandemia, para evitar aglomeraciones, fueron divididas en dos jornadas que culminan este domingo, donde alrededor de 14,9 millones de electores también elegirán 354 alcaldes, 2.252 concejales y 16 gobernadores regionales.

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, fue uno de los primeros en depositar su voto y le correspondió en el colegio San Francisco del Alba, de la comuna de Las Condes. 'Todas las elecciones son importantes, pero esta es especialmente importante (...) Va a marcar los caminos de nuestro país por las próximas décadas', dijo. 

El mandatario chileno también agregó que, 'en los países sabios las constituciones son grandes marcos de unidad'.