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Una tormenta, como era de esperarse, desató en los corrillos políticos del país el magnicidio del presidente haitiano, Jovenel Moise, a mano al parecer de mercenarios colombianos -la mayoría- y estadounidenses-haitianos.

El embajador de Haití en Colombia, Jean Mary Exil, dijo este viernes que 'de todo lo que pasa, lo más importante es conocer los autores intelectuales, la médula espinal de las personas que pagan para matar al señor presidente'.