Inglaterra vivió el llamado el primer 'Día de la Libertad' frente al coronavirus, aunque lo hace con los casos disparados y con el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, confinado por haber mantenido contacto con su ministro de Sanidad, que ha dado positivo.
Mientras, el resto de Europa mantiene la cautela porque los contagios siguen al alza y la presión en los hospitales aumenta paulatinamente, pese a que el ritmo de vacunación se acelera y ya ha superado a Estados Unidos en la proporción de población con al menos una dosis.
Pese a que en el Reino Unido la comunidad científica advirtió de que la medida puede ser prematura, se eliminó por ley el límite al número de personas que pueden juntarse en espacios cerrados y los locales nocturnos pueden abrir en la medianoche. El uso de mascarillas se recomendará en algunos lugares, pero no será obligatorio.