Los vecinos de Dinant (sur de Bélgica) estuvieron este domingo limpiando los destrozos que han dejado en coches, en garages y en la calzada las tormentas que ayer volvieron a caer en diversas regiones de Bélgica, causando algunas inundaciones, aunque sin dejar víctimas, como sí ocurrió con las lluvias torrenciales de la semana pasada.
Las inundaciones no eran ya perceptibles pero esta mañana los ciudadanos del pueblo continuaban achicando agua de las casas y retirando con remolcadoras y palas los destrozos en el pavimento levantado que ayer provocó en algunas de las calles el desbordamiento de un embalse.
'Estaba mirando vídeos en internet y de repente en menos de un minuto toda la calle estaba inundada', explicó Alain, un joven que aseguró que estuvo trabajando 'toda la noche para ayudar a los ciudadanos', porque 'hay que ser solidario', dijo.
El Instituto Real de Meteorología belga emitió una alerta naranja por nuevas tormentas, más localizadas que las de la semana pasada, pero avisando de la posibilidad de nuevos desbordamientos.