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Unos 600 millones de niños en distintas regiones del mundo siguen sin recibir educación debido al cierres de sus colegios por la pandemia, alertó hoy Unicef, que pidió que no se espere a que los alumnos y profesores estén vacunados para reabrir los centros escolares, que no fueron lugares de propagación del coronavirus.

'Educación, seguridad, amigos y comida han sido remplazados por ansiedad, violencia y embarazos entre adolescentes', dijo el portavoz del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), James Elder, en una rueda de prensa en Ginebra.

Unicef aseguró que hay evidencias claras de que los colegios de primaria y secundaria no estuvieron entre los principales espacios de transmisión del virus, mientras que las pérdidas que sufrirán niños y jóvenes por no asistir a la escuela puede que no se recuperen nunca.

'Si bien reconocemos que los líderes de todo el mundo se han visto obligados a elegir entre encerrar a sus comunidades o facilitar la propagación de una enfermedad peligrosa, las escuelas deberían ser las últimas en cerrar y las primeras en reabrir', afirmó Elder.