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Sayed Sadaat, que fue ministro afgano de Comunicaciones entre 2016 y 2018, trabaja estos días como repartidor en Leipzig (Alemania), huyendo de la corrupción en la política y la inseguridad en su país, según recogen medios locales.

Según informó en primer lugar el 'Leiziger Volkszeitung', el antiguo político afgano huyó en 2020 de su país y, mientras encuentra un trabajo relacionado con su formación en informática y telecomunicaciones y continúa aprendiendo alemán, reparte comida a domicilio con una bicicleta.

'Llevo una vida sencilla', asegura Sadaat sobre su rutina de cuatro horas diarias de clases de alemán y seis de 'rider', que le suponen unos 1.200 kilómetros mensuales a sus 49 años.

La noticia de su transformación está causando sensación en las redes sociales y más allá, según explica en Twitter el periodista que descubrió la historia, Jona Mania-Schegel: A raíz de estas informaciones, un directivo de su empresa de reparto le ha contactado para ofrecerle un puesto de comunicación.