La reina Isabel II fue este domingo la gran ausente en un acto oficial celebrado en Londres por los caídos en combate a causa de un problema de espalda, un nuevo contratiempo que mantiene encendidas las alarmas en el Reino Unido en torno a la salud de la monarca.
El palacio de Buckingham difundió hoy, a primera hora, un comunicado para anunciar que la soberana, de 95 años, 'tras haber sufrido una lesión muscular en la espalda' había decidido esta mañana 'con gran pesar' que no podría acudir al Servicio de 'Domingo de Recuerdo' (Remembrance Sunday) en el Cenotafio de la capital.
Esa fuente oficial destacó la 'decepción' de la reina por perderse el que es uno de los compromisos que más significado tiene para ella dentro de su agenda.
Iba a haber sido, además, el primero al que iba a acudir Isabel II en persona —su último compromiso público fue una recepción para líderes empresariales en Windsor el pasado 19 de octubre— después de haber guardado reposo durante casi un mes por consejo médico.