Los trabajos para establecer las identidades de los 68 reos muertos en la masacre de este sábado en la penitenciaría de Guayaquil, de los cuales han sido identificados 34, avanzan mientras las fuerzas del orden intentan mantener el control del centro de reclusión.
Desde la madrugada, familiares de los presos asesinados en medio de enfrentamientos entre pabellones —al parecer por disputas entre bandas relacionadas con el narcotráfico que se disputan territorios— empezaron a llegar a los exteriores de la morgue en busca de información.