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Aumenta el número de países que intentan blindarse frente a ómicron, la nueva variante de coronavirus, con la prohibición de vuelos desde las naciones de África austral donde se cree que ya circula, aunque también se incrementan las sospechas de que dicha variante puede haber llegado ya a otras zonas.

Mientras tanto, el Gobierno sudafricano se siente 'castigado', ya que considera que las restricciones a los vuelos procedentes de su territorio en el fondo lo que hacen es penalizar su avanzada capacidad para detectar variantes más rápido que otros.