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Israel se encuentra en el 'ojo del huracán' por la propagación de la variante ómicron, alertó hoy su primer ministro, Naftali Benet, que aseguró que hay hospitales que están llegando al límite de sus capacidades por el aumento de los ingresados en estado grave por coronavirus.

Según datos del Ministerio de Sanidad, la cifra de hospitalizados en condición crítica, que se sitúa en unos 436 pacientes, ha aumentado progresivamente durante los últimos días, a media que se incrementan las infecciones debido a la rápida expansión de ómicron.

Los servicios sanitarios no están colapsados, y siguen lejos del máximo de 1.200 ingresados en olas anteriores de la pandemia, pero Benet advirtió que el incremento de la morbilidad podría obligar a algunos centros médicos rechazar a pacientes por su sobresaturación.

Según el diario local Haaretz, varios hospitales israelíes planifican reducir algunos de sus servicios no urgentes para priorizar la atención a infectados con la covid-19, a los que se suman los enfermos de gripe.