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Arnold van den Bergh, un notario judío de Ámsterdam, protagoniza la trama de traición que resultó en la deportación de Ana Frank en 1944 al campo de exterminio de Auschwitz. Miembro del Consejo Judío, podría ser quien reveló a los nazis el escondite, a cambio de protección para su propia familia.

Ha sido la pregunta del millón durante casi ochenta años. Su padre, Otto Frank, conocía, por una nota anónima, la identidad de quien traicionó a su familia, pero ocultó el dato por temor, quizás, al antisemitismo de la posguerra, según una investigación internacional que salió hoy publicada en el libro 'La traición de Ana Frank', de Rosemary Sullivan.

'En ese momento, su escondite en Ámsterdam fue desvelado al Jüdische Auswanderung ('Emigración Judía', JA, que organizaba las deportaciones a Alemania y Polonia) por A. van den Bergh… El JA tenía una lista completa de direcciones que él había proporcionado', indicaba la nota de 1945.

En una entrevista posterior, Otto Frank mencionó que los judíos 'le habían traicionado'.

La Policía neerlandesa hizo dos grandes investigaciones, una en 1948 y otra en 1963, ambas centradas en uno de los trabajadores del almacén, Wilhelm van Maaren, como principal sospechoso de informar sobre el paradero de la familia Frank, pero ninguna fue capaz de encontrar evidencias concluyentes que determinen su culpabilidad.