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Un obispo español de Tenerife, Bernardo Álvarez, pidió perdón este viernes por sus declaraciones sobre la homosexualidad, que calificó de 'pecado mortal' en una reciente entrevista, y admitió que no estuvo acertado.

En un comunicado, Bernardo Álvarez pide perdón 'a cuantos haya podido ofender (...), de manera especial a las personas LGTBI, a quienes expreso mi respeto y consideración', y lamenta 'haber causado dolor'.