La posición del primer ministro británico, Boris Johnson, se complica tras las denuncias de islamofobia en el Gobierno, hechas por una diputada musulmana días antes de conocerse el informe sobre el 'Partygate', el escándalo de las fiestas en la residencia oficial Downing Street durante la pandemia.
Johnson ordenó este lunes abrir una investigación para que los funcionarios del Ejecutivo puedan esclarecer el caso de la diputada conservadora Nusrat Ghani, que el domingo reveló que fue apartada del Gobierno en febrero de 2020 por, entre otras cosas, su condición de mujer musulmana.
Johnson dice que trata 'con seriedad' las denuncias
En una visita a un hospital en Milton Keynes, a las afueras de Londres, el primer ministro declaró hoy a los medios que toma 'con extrema seriedad' estas alegaciones.
'Las tomé con mucha seriedad cuando se me plantearon hace 18 meses. Estoy satisfecho de que ahora haya una investigación. No puedo decir nada más de esto', insistió.