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El entierro del pequeño se produjo en el cementerio de Zaouia de la aldea de Daroutane, próxima a la aldea de Ighran, donde vivía Rayan, en presencia de la familia del pequeño y de decenas de habitantes de la zona y de colectividades vecinas, según informó la agencia oficial MAP.

La inhumación de Rayan se realizó y el pueblo marroquí sigue recibiendo mensajes de apoyo de diversos países, instituciones y personalidades, en un suceso que mantuvo al país en vilo durante los casi cinco días que el niño permaneció en el pozo.

Tras ser rescatado, fue trasladado a Rabat junto a sus padres, que volvieron a su tierra para dar sepultura al pequeño, rodeados de sus familiares y vecinos.