Las fuerzas rusas bombardearon hoy un centro comercial en Kiev y, por primera vez en 27 días de guerra, viviendas en Odesa, dos puntos estratégicos en el mapa de la ofensiva rusa junto a Mariúpol, ciudad portuaria a la que intentó obligar sin éxito a rendirse tras más de dos semanas de asedio.
En la capital, al menos ocho personas murieron en un bombardeo anoche de un centro comercial que también destruyó seis viviendas en el distrito de Podilsk, en el que hay dos escuelas y dos guarderías, dijo en Telegram el alcalde, Vitali Klitschko.
El portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Igor Konashénkov, afirmó que el centro comercial servía de almacén para lanzacohetes y munición, y estaba inoperativo, por lo que fue destruido por 'armas de largo alcance de alta precisión'.
Klitschko decretó seguidamente un toque de queda de 35 horas en la capital y su área metropolitana.