El Gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, presentó este martes un plan para reforzar la frontera con México frente a la inmigración irregular, pese a que su política migratoria pende en la actualidad de los tribunales.
En una huida hacia adelante, la Administración de Biden lanzó una iniciativa de seis puntos para mandar más agentes a la frontera -600 efectivos adicionales para la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés)- y mejorar la eficiencia en la tramitación de los casos de migrantes, entre otros.
Todo esto para estar preparado, si la Justicia lo permite, para la rescisión el 23 de mayo del Título 42, una norma sanitaria por la que EE. UU. ha estado expulsando a indocumentados con el pretexto de la pandemia desde el mandato de Donald Trump (2017-2021) y que ahora Biden quiere revocar.
El Gobierno presentó este martes un plan para afrontar la previsible llegada masiva de migrantes tras el levantamiento del Título 42, pese a que el lunes un juez federal de Luisiana anunció que va a bloquear la decisión del Ejecutivo de acabar con esa normal.
Funcionarios de alto rango de la Administración indicaron este martes en una llamada con periodistas que, pese a que no tiene 'ningún sentido' y están en desacuerdo con la decisión del juez de Luisiana, el Ejecutivo cumplirá con la orden del magistrado cuando sea expedida.
Aún así, explicaron que, una vez que el Título 42 sea levantado, el Gobierno pretende 'expandir de forma significativa' las expulsiones rápidas en la frontera a través del Título 8, que es la norma estándar por la que EE. UU. realiza las deportaciones.
La expansión de esas expulsiones rápidas es uno de los seis pilares del plan de Biden, que también busca reforzar la cooperación en materia migratoria con otros países de la región.