Los ataques rusos en el este de Ucrania, especialmente en la región de Lugansk, obligaron a Kiev a cortar un tercio del tránsito de gas ruso hacia Europa, mientras que en la región de Donetsk las autoridades advertían del riesgo de muerte de miles de ciudadanos en Mariúpol para fines de año.
Ucrania detuvo el flujo de gas a través de la estación de Sojranovka, en una zona de la región de Lugansk, en el este del país, que está controlada por las tropas rusas.
El operador del sistema de tránsito de gas de Ucrania, GTSOU, explicó que no dispone de control operativo o tecnológico sobre la estación y propuso, como alternativa, redirigir el flujo del combustible a través de otro punto de interconexión.