La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, pidió este sábado que se prohíban las armas de asalto en el país, después del tiroteo que el martes dejó a 19 niños y dos maestras muertos en una escuela de Uvalde (Texas).
Harris hizo un llamamiento en declaraciones a la prensa tras asistir al funeral de una de las víctimas de otro tiroteo mortal, el ocurrido el pasado 14 de mayo en Búfalo (estado de Nueva York) por parte de un supremacista blanco en un supermercado de un área de mayoría negra.