Rusia acusó este miércoles a los países de la OTAN de tener 'sangre de civiles en sus manos', después de que artillería de largo alcance presuntamente facilitada a Ucrania por los países de la Alianza haya sido usada para intensificar los ataques en la región oriental de Donetsk.
El embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, aseguró en declaraciones a los periodistas que los ataques ucranianos en esa zona del este del país han matado en los últimos días a seis civiles, incluido un niño, y han dejado más de treinta heridos.
'El reciente bombardeo de Donetsk es otro horrible crimen de guerra cometido por el régimen de Kiev', subrayó Nebenzia, que insistió en que los proyectiles no buscaban alcanzar objetivos militares sino una 'venganza a sangre fría' contra la población de esa zona.