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En últimas semanas alrededor de 9.000 padres de familia de Estados Unidos han incluido las mochilas antibalas para el regreso a clases de sus hijos. De hecho, David Artman, fundador y jefe ejecutivo de la tienda especializada en seguridad The Home Security Superstore manifestó que en los últimos 30 días ha notado un aumento tanto en las búsquedas como en las ventas de estas peculiares mochilas.

En el último mes los padres han buscado este tipo de morrales en la web de la tienda de Artman, un 3.655 % más en comparación con el mes pasado, un interés que también detectan otros vendedores y fabricantes de mochilas 'blindadas'.

Con respecto a las ventas, Artman dice que han aumentado en general, pero que es difícil contabilizar las de uso escolar porque 'hoy en día muchos niños tienen el mismo tamaño que un adulto' y es imposible averiguar cuantas mochilas terminan en las espaldas de menores y de mayores.

La idea es que, en caso de un tiroteo, el niño pueda usar la mochila como un escudo, pero Artman recuerda que a la hora de comprar este tipo de productos, los padres tienen que tener en cuenta varios factores, como el tipo de protección que quieren, el tamaño y el peso.

Por ejemplo, una mochila de su tienda con un diseño de emoticonos dirigida para los niños con protección del nivel 3A -es decir, que puede bloquear casi todos los disparos de pistola, incluidas las balas Magnum de 9 y 44 mm- pesa 1,2 kilos y mide 41,91 cm de alto por 30,48 cm de ancho.

Artman recomienda a los padres que corten las dimensiones que ellos buscan en un cartón y se pregunten si su hijo podría protegerse, y que tengan en cuenta que a mayor tamaño, se consigue más seguridad pero a cambio de más peso.

'Estamos haciendo todo lo posible para informar que no todas las mochilas van a detener todas las ráfagas y ciertamente no las ráfagas de AR 15 (rifle que usó Salvador Ramos en la masacre de la escuela de Texas)', añade.