Normalidad en la constitución de las mesas y masiva afluencia de votantes marcan las primeras horas del crucial referéndum obligatorio en el que este domingo 15 millones de chilenos decidirán si aprueban la nueva Constitución o por el contrario la rechazan y se mantienen la escrita en 1980, bajo la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
A las dos horas de la apertura oficial de los colegios ya se habían constituido todas las mesas en el territorio continental, y solo quedaban por hacerlo en la Isla de Pascua, con dos horas de retraso en el huso horario.
Los resultados está previsto que se conozcan unas dos horas después del cierre de las urnas, prevista para las 18.00 hora local (22.00 GMT), aunque ya se ha advertido que todos los ciudadanos que se encuentren en la fila a la hora del cierre podrán ejercer su derecho al votos, lo que podría retrasar el escrutinio.
En el interior y exterior de los colegios la sensación era de alegría, con largas filas y un proceso fluido que evitaba la exposición al sol, en un día caluroso, especialmente en la capital, donde se concentrá la mayor cantidad del censo.
Aunque se espera que la mayor afluencia se produzca a medida que avance la jornada y se acerque la hora de cierre.