Este domingo inició la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, conocida como COP27, evento anual que 'promueve las conversaciones sobre el clima global, moviliza la acción y brinda una oportunidad significativa para analizar los impactos del cambio climático'.
En su intervención, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, alertó que 'a medida que se pone en marcha la COP27, nuestro planeta está enviando una señal de socorro'.
Además, Guterres afirmó que 'el estado del clima mundial es una crónica del caos climático' y advirtió que 'el cambio está pasando con una catastrófica velocidad' con consecuencias nefastas para la vida de las personas y hábitats en todos los continentes.
Según el último informe de la Organización Mundial de la Meteorología, los últimos ocho años han sido los más calurosos desde que hay registros, los niveles del mar están creciendo el doble de rápido que en la década de 1990; situaciones que ponen en grave peligro a millones de ciudadanos de zonas costeras.
Entre las principales preocupaciones del secretario general de la ONU se encuentra el rápido deshielo de los glaciares y los efectos negativos en la potabilidad del agua con todo lo que implica para la salud de la gente.
Por todo ello, 'personas y comunidades de todo el mundo deben ser protegidas inmediatamente de los crecientes peligros de la emergencia climática, por eso estamos luchando duro para lograr sistemas universales de alerta temprana dentro de cinco años'.
Para abordar la emergencia climática, 'debemos dar actuar de forma ambiciosa y decidida; la COP27 debe ser el lugar y ahora debe ser el momento', concluyó el presidente de la ONU.