A 365 días del primer estallido, los misiles siguen retumbando entre Rusia y Ucrania y son pocas las personas que se atreven a ponerle fecha de fin a una guerra que, con el pasar de los meses, se enreda entre promesas y duras posiciones.
Un año de terror e incertidumbre han vivido los ucranianos en medio de la guerra. De parte y parte, las pérdidas son incalculables. Tensión por posible ataque nuclear.
A 365 días del primer estallido, los misiles siguen retumbando entre Rusia y Ucrania y son pocas las personas que se atreven a ponerle fecha de fin a una guerra que, con el pasar de los meses, se enreda entre promesas y duras posiciones.