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El presidente de Argentina, Alberto Fernández, advirtió esté sábado que la globalización está en crisis e instó a los países iberoamericanos a unirse para hacer frente a los desafíos comunes y formular una nueva relación con los centros del capital financiero.

Durante su intervención en la XXVIII Cumbre Iberoamericana, que se celebra en Santo Domingo, Fernández señaló que, si se busca una Iberoamérica justa y sostenible, 'el primer paso es la unidad, una unidad que permita que no se prolonguen los bloqueos económicos'.

El mandatario argentino abogó por preservar los intereses comunes con democracias fuertes donde los derechos humanos sean respetados.

'Tenemos un destino común, nadie se salva sólo. La unidad de la región es una necesidad política, una condición necesaria para alcanzar nuestros sueños', dijo Fernández.

El jefe de Estado de Argentina afirmó que la justicia social es un imperativo ético y apuntó a fomentar la solidaridad de la región para construir sociedades que a todos amparen y no promuevan la cultura del descarte.

'Todos sabemos que no hay inclusión efectiva sin políticas públicas de inversión social, seguridad alimentaria, desarrollo científico y tecnológico', apuntó.