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El empresario colombiano Alex Saab aseguró este jueves, en el tercer episodio del pódcast del mandatario venezolano, Nicolás Maduro, que fue víctima de un 'secuestro' y de 'torturas' en Cabo Verde, donde estuvo detenido desde junio de 2020 hasta su extradición a Estados Unidos en octubre del siguiente año.

Saab, junto con su esposa, Camilla Fabri, relató que, en el país insular africano, donde el avión en el que viajaba hizo escala para repostar, unos 'funcionarios' entraron 'de manera agresiva', lo sacaron 'sin zapatos', le pusieron 'una capucha' y lo trasladaron hasta un área del aeropuerto, donde -aseguró- le sacaron una tarjeta de crédito para pagar una 'visa de entrada'.

'Quedó claro de que nunca hubo una orden de arresto de Interpol ni una orden de arresto de Cabo Verde que lo hubiera recibido de Estados Unidos. No había nada. Fue un secuestro', dijo Saab, quien afirmó que luego sufrió una serie de 'torturas'.

En un centro donde fue recluido, aseguró, estaba 'incomunicado' y en 'las peores condiciones', ya que -señaló- no había baño y tenía que 'hacer las necesidades' en un balde, cuyo contenido podía botar 'una vez al día'.

Aseguró que, durante su detención en esta nación africana, le pedían que firmara de manera 'voluntaria' su extradición a EE.UU., donde tendría que hacer unas 'declaraciones contra el Gobierno de Venezuela cuando llegara', y que ayudara a 'detener la llegada de alimentos, medicinas y de gasolina' al país suramericano para 'hacer colapsar' a la Administración de Maduro.

Sobre su detención en EE.UU., dijo que los dos últimos días antes de ser liberado estuvo en una 'celda especial de vidrio' con una temperatura de 'menos 10 grados (...) sin comida, sin agua' y 'sin saber qué pasaba'.

El empresario fue detenido el 12 de junio de 2020 en Cabo Verde tras una petición estadounidense a través de Interpol por supuesto blanqueo de dinero, tras lo que Caracas señaló que Saab fue nombrado en 2018 enviado especial para realizar misiones oficiales en Irán.

Posteriormente fue extraditado a EE.UU., acusado de conspiración para lavado de dinero. También era buscado por las autoridades de Colombia por concierto para delinquir, enriquecimiento ilícito, exportaciones e importaciones ficticias y estafa agravada.

El mismo día de su liberación, y tras la llegada a Caracas, el empresario fue recibido con abrazos en el palacio presidencial de Miraflores, sede del Ejecutivo venezolano, por Maduro, quien lo calificó como 'un hombre valiente y patriota'