Rusia consumó hace diez años la anexión de la península ucraniana de Crimea, incorporación que, aunque incruenta, abrió las puertas a la actual guerra entre Moscú y Kiev al hacer realidad los planes revanchistas del Kremlin.
El 16 de marzo los crimeos recibieron una papeleta con dos opciones: la reunificación con Rusia o mantener el estatus de Crimea como parte de Ucrania.
Rusia consumó hace diez años la anexión de la península ucraniana de Crimea, incorporación que, aunque incruenta, abrió las puertas a la actual guerra entre Moscú y Kiev al hacer realidad los planes revanchistas del Kremlin.