Compartir:

Openbike, un proyecto de bicicleta de madera descargable e imprimible en 3D, diseñado por un estudio donostiarra, se expondrá en la próxima edición de la Bienal de Arquitectura de Venecia.

La bicicleta universal constituye además 'un manifiesto que trata sobre la fabricación distribuida, el uso de los recursos de manera responsable, el uso del transporte urbano limpio y sobre las sociedades productivas', explica a EFE el arquitecto Iñaki Albistur, integrante del estudio Arquimaña, que participará con este vehículo en la Bienal de Arquitectura de Venecia.

El proyecto se expondrá en el pabellón español de la 17ª edición de la Bienal veneciana entre el 22 de mayo y 21 de noviembre de 2021, que llevará por nombre 'Uncertainty'.

El proceso de fabricación de la bicicleta es sencillo. Bastan unos tornillos y cola blanca para pegar algunas de sus partes y el usuario solo necesita descargar los archivos 3D (que están alojados en la página web de Arquimaña), imprimirlos en madera con una impresora 3D, medio tablero de contrachapado, dos ruedas, un eje de pedal, unas bielas, una cadena y un freno.

Lea también: El deshielo de los glaciares se acelera desde el año 2.000 a un ritmo récord

Desde que comenzó el proyecto en 2015, el diseño de la bicicleta ha ido evolucionando hasta convertirse en un vehículo capaz de transportar mercancías, lo que se conoce como una 'bici cargo', un modelo que, según Albistur, promete ser uno de los transportes más importantes dentro de la vida de las ciudades.

'Si tú te puedes mover por la ciudad con algo que has hecho tú es una satisfacción doble', añade Albistur, quien sostiene que construir tu propia 'openbike' aporta 'un desarrollo personal, un aprendizaje de muchas cosas que comprando una bicicleta no tienes'.

El estudio de arquitectura vasco llegará a Venecia con una idea con fondo ecológico que reflexiona sobre el futuro sostenible de las ciudades y su actividad: 'Nuestra apuesta es hacer que la producción y la fabricación sea local, volver a que la ciudades sean autoproductivas, no tener que estar todo el tiempo transportando materiales, hacer que lo que se transporten sean datos y no materiales', explica la arquitecta Raquel Ares, integrante también de Arquimaña.

Ares destaca la 17ª edición del certamen por el empuje que supone para proyectos como Openbike, que se alejan de la arquitectura tradicional y valora que la organización apueste por 'ciertos proyectos que hacen hincapié en lo social u otro tipo de maneras de enfrentarse a la arquitectura más allá de proyectos de edificación'.

Le puede interesar: Hallan una nueva especie de rana arlequín en la selva entre Panamá y Colombia

'Me parece interesante que un montón de estudios jóvenes y no tan jóvenes que están haciendo cosas al margen de lo que uno puede imaginarse como arquitectura tradicional estén representadas', añade.

Openbike es un proyectos distanciado de la arquitectura tradicional, que fija la atención en lo social y busca mejorar la convivencia ciudadana: 'El uso de los transportes urbanos sostenibles y limpios ayuda a reducir las emisiones que producen los coches y a mejorar el ambiente de la ciudad y por lo tanto la vida de las personas y los ciudadanos', aclara Albistur.

Además, su método de fabricación tiene implícita la activación de la economía local, ya que 'genera productividad que se queda en la ciudad'.

'Puedes conseguir todo dentro de la misma ciudad. Si hay una tienda de bicicletas puedes comprar unas ruedas, puedes comprar un pedal. La productividad se quedaría englobada en toda la ciudad', afirma Albistur.