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Reproducir a escala el océano Atlántico y los plásticos que flotan en él para saber si esa basura puede ser rastreada por satélites y, en caso afirmativo, cuál es la mejor técnica para hacerlo. Ese es el objetivo de un proyecto que ya ha desarrollado su primera fase y que tiene participación española.

Cada año se vierten al océano unos 10 millones de toneladas de plástico, pero los científicos solo saben qué ocurre con aproximadamente el 1 %. Ahora el desafío es dilucidar si el seguimiento por satélite podría ayudar a rastrear su alcance y saber hacia dónde se dirige.

Los investigadores habían trabajado con hipótesis para determinar si el uso de satélites puede funcionar en este cometido, pero ahora se ha ido un paso más allá para no tener que basarse en conjeturas.

El proyecto de la Agencia Espacial Europea (ESA) con colaboración de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) ha pasado su primera fase y se están analizando los datos.

Las pruebas tuvieron lugar en una gigantesca instalación, que reproduce las condiciones de la cuenta atlántica, en el Instituto de Investigación Deltares (Holanda).