La revista Nature Plants revela que los árboles más antiguos son vitales para preservar la capacidad de adaptación de los bosques a largo plazo delante de un entorno ambiental en cambio constante.
El trabajo fue elaborado por el catedrático de Biología de la Universidad española de Barcelona Sergi Munné-Bosch, el director del Centro de Ciencia de los Árboles de The Morton Arboretum (Estados Unidos), Chuk Cannon, y el profesor de planificación y gestión del paisaje ecológico en la Universidad de Tuscia (Italia) Gianluca Piovesan.