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Drones especiales que detectan con precisión el microclima de una ciudad facilitan soluciones innovadoras para reducir la percepción térmica en las llamadas 'islas de calor urbano', explican a EFE los responsables de un proyecto piloto y multidisciplinario desarrollado en la pequeña ciudad austríaca de Weiz.

(Más de 47.000 muertes causó el calor extremo en Europa en el 2023)

Ante el calentamiento del planeta, 'ya no tenemos otra opción. Tenemos que actuar y tenemos que ir por caminos más audaces e innovadores. ¡Las ciudades deben reaccionar, hacer algo y trabajar juntas!', declara Bernadette Karner, gerente de proyectos del centro de innovación W.E.I.Z.

(Calor extremo, ¿la nueva normalidad?)

Es por eso que, junto con expertos de diversas disciplinas, Karner lleva dos años desarrollando un sistema para rebajar el sufrimiento del calor en Weiz, localidad de 12.000 habitantes situada en el sureste de Austria.