Compartir:

'He creado el armario de la mujer contemporánea. He formado parte de la transformación de mi era', dijo en una ocasión el modisto Yves Saint Laurent, una manifestación que realizó consciente de que sus creaciones formaban parte del cambio social de la mujer.

Después de conseguir su gran oportunidad para formar parte del equipo de alta costura Christian Dior, Yves Saint Laurent abrió su propio taller y transformó la alta costura para una 'nueva era de mujeres jóvenes, fuertes e independientes'.

Sus diseños cambiaron el curso de la moda, introduciendo el concepto del diseñador preparado para dirigirse a una clientela más amplia.

Así lo expresa Laurence Benaïm, la periodista francesa especializada en moda, en el libro 'Yves Saint Laurent: The Impossible Collection' (Ed. Assouline) y también autora de 'Yves Saint Laurent' (Grasset, 1993), biografía de referencia sobre el diseñador.

Saint Laurent (Orán-Argelia 1936-París 2008) fue un adelantado a su tiempo, supo crear un estilo de mujer basada en un concepto masculino de la sastrería y a su guardarropa incorporó el traje de pantalón a rayas, la chaqueta de safari de color caqui, la tradicional sahariana, y el esmoquin, piezas bajo las que incluía 'escandalosas', para la época, blusas transparentes.

Benaïm define a Saint Laurent como un espíritu 'libre' tanto como 'para atreverse a provocar con un esmoquin como traje de noche femenino en los años sesenta'.

Y destaca que fue también de los primeros modistas en adaptarse al diseño de moda rápida, creando un esmoquin para el minorista de mercado masivo francés La Redoute, en 1996.

El libro recoge cuarenta años de moda de Yves Saint Laurent y más de 100 piezas emblemáticas, desde los primeros 'looks' que aparecieron en la pasarela en su colección de debut en enero de 1962, después del adiós a Dior, hasta su desfile final de alta costura tras su retiro en 2002.

Un modelo artesanal en el que se destacan diseños clásicos como el vestido de cambio Mondrian; el vestido negro con cuello blanco y puños para la película 'Belle de Jour', protagonizada por Catherine Deneuve.

Tampoco cae en el olvido la legendaria colección del vestuario de el ballet ruso, los homenajes a Picasso, Matisse y Van Gogh o los trajes de pantalón a medida y los vestidos drapeados de 'coup de crayon', la utilización del lujoso terciopelo, en sus diseños, el encaje, las plumas o estampado de leopardo dan cuenta de la diversidad de las creaciones de un diseñador de referencia en la moda.

El diseñador consideraba a los accesorios como algo más que meros acompañantes de las prendas, los elevó a la categoría de amuletos y los convirtió en símbolo de sus pasiones y creaciones.'Uno nunca puede exagerar la importancia de los accesorios. Son lo que convierte un vestido en algo más'.

Loulou de la Falaise fue su musa, la mujer que les inspiró para crear colecciones y la creadora de muchos de complementos. La diseñadora poseía una elegancia natural, espigada, 'chic', desde su juventud hasta sus últimas fotografías. Contemplando sus imágenes es imposible no pensar que era la mujer ideal para lucir sus diseños.

Ella fue una modelo creativa y editora de la revista Harpers&Queen, la moda formaba parte de su ADN. Saint Laurent confesó que de ella le atrajo 'su tonto sentido del humor inglés', una diversión que les unió durante décadas.