El Ejército de Israel anunció este lunes una nueva ofensiva militar en el este de Líbano, específicamente en el Valle de la Bekaa, y solicitó a los residentes evacuar la zona antes de iniciar los ataques.
A través de un comunicado emitido por el portavoz militar israelí, Daniel Hagari, se advirtió que el objetivo es atacar instalaciones y edificios utilizados por el grupo chií Hizbulá, conocido por su influencia en la región y sus constantes enfrentamientos con Israel.
Durante una rueda de prensa, Hagari confirmó que el ejército israelí está preparado para llevar a cabo “ataques contra objetivos terroristas” en esa región libanesa, en el marco de las hostilidades que han escalado en los últimos meses entre ambas partes.
La situación se ha agravado tras la reciente intensificación de los bombardeos israelíes sobre objetivos de Hizbulá, un conflicto que comenzó hace casi un año y que ha tenido múltiples consecuencias en ambos países.
El anuncio del ataque viene acompañado de una advertencia directa
El portavoz militar israelí en árabe, Avichay Adraee, declaró que los civiles tienen un plazo de dos horas para evacuar las áreas cercanas a los edificios asociados con Hizbulá, recomendando alejarse al menos 1.000 metros de las posibles zonas de impacto o buscar refugio en escuelas cercanas.
Según Adraee, la ofensiva busca evitar víctimas civiles, pero advirtió que los ataques serán inminentes.
La ofensiva actual se enmarca dentro de una de las campañas de bombardeos más intensas que Israel ha lanzado sobre territorio libanés en el último año.
Durante la jornada de este lunes, las fuerzas israelíes destruyeron unos 300 objetivos vinculados a Hizbulá, según las cifras proporcionadas por el Ejército israelí.
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El Ministerio de Sanidad del Líbano confirmó que los ataques han dejado un saldo de un centenar de personas fallecidas y al menos 400 heridas, lo que convierte este episodio en uno de los más mortíferos desde que comenzaron las hostilidades.
Hagari señaló que las operaciones militares de Israel se han centrado en neutralizar armamento almacenado en viviendas y otros edificios del sur y este del Líbano.
“En cada casa que atacamos hoy había cohetes, drones y misiles destinados a matar civiles israelíes”, afirmó el portavoz militar. Una declaración que refuerza la postura del gobierno israelí sobre la necesidad de atacar lo que consideran una amenaza inminente para la seguridad de sus ciudadanos.
Los ataques no dan tregua
Los ataques de este lunes son parte de un conflicto que ha escalado significativamente en las últimas semanas.
El conflicto entre Israel e Hizbulá, paralelo a la guerra en Gaza, alcanzó una nueva fase cuando, la semana pasada, explotaron simultáneamente 5.000 aparatos de comunicación en manos de miembros de Hizbulá. Ese mismo día, un bombardeo israelí en Beirut resultó en la muerte de 17 integrantes del grupo libanés.
La situación en el sur y este de Líbano ha sido tensa desde el inicio de este conflicto, con repetidos enfrentamientos entre las fuerzas de Israel y Hizbulá. El grupo chií, considerado por Israel como una organización terrorista, ha sido un actor clave en la región, operando no solo como una milicia, sino también como una fuerza política con una amplia base de apoyo.
La comunidad internacional ha expresado preocupación por la escalada del conflicto y el impacto en la población civil, pero hasta ahora, los esfuerzos diplomáticos no han logrado detener las hostilidades.