La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) dijo este martes que ya son 250.000 las personas que han escapado de los bombardeos en Líbano y han llegado a Siria, un país consumido a la vez por trece años de conflicto armado interno y con una economía por los suelos.
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Tras visitar la frontera líbano-siria y ser testigo de este drama humano, el alto comisionado de la ONU para los refugiados, Filippo Grandi, destacó la urgencia de movilizar la ayuda humanitaria internacional para acudir en su auxilio, así como los recursos necesarios para este fin.
En Damasco, Grandi se reunió con el presidente sirio, Bashar Al Asad, con quien habló sobre la forma de ayudar a los que están entrando en el país, según un comunicado divulgado por la oficina del alto comisionado en Ginebra.
«Agradezco que el gobierno haya mantenido las fronteras abiertas para todos. Muchos sirios han regresado al país, aunque bajo extrema presión debido a los ataques aéreos», declaró Grandi.
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También señaló que ante la máxima autoridad siria enfatizó que el gobierno debe garantizar la seguridad y protección de los que llegan del Líbano, que a lo largo del conflicto sirio que estalló en 2011 fue lugar de refugio para cientos de miles de sirios que escapaban de la guerra.
Algunos de estos pueden haber sido opositores al régimen sirio o formado parte de los grupos rebeldes que luchaban en su contra, por lo que hay temor de que sean detenidos y sufran represalias a su regreso.
Grandi aseguró a Al Asad que ACNUR hará un seguimiento de quienes entren a Siria, donde ampliará sus programas humanitarios para atender en la medida de lo posible sus necesidades y las de las comunidades que los reciban.
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Para ello, ha pedido a la comunidad de donantes 324 millones de dólares, lo que permitiría que el organismo asuma este misión durante los próximos seis meses.
El comunicado también señala que en su parada en la frontera Grandi conversó con familias que huyeron del Líbano y que “no tienen idea de lo que les depara el mañana tras un recorrido agotador y peligroso”.
La carretera del Líbano que lleva al principal cruce fronterizo con Siria fue bombardeada la semana pasada por Israel y la gente ahora debe hacer el recorrido a pie, llevando a los niños y las pocas pertenencias que son capaces de cargar.