Al menos 2.309 personas han muerto y otras 10.782 han resultado heridas por los ataques que Israel ha efectuado en el Líbano desde el inicio de los enfrentamientos con el grupo chií Hezbolá hace más de un año, pese a que la inmensa mayoría de las víctimas se han producido desde finales de septiembre.
El Centro de Operaciones de Emergencia del Ministerio de Salud Pública libanés dijo en un comunicado que, tras contabilizar al menos tres muertos en ataques israelíes en la jornada del domingo, el número total de víctimas mortales desde el 8 de octubre de 2023 asciende a 2.309.
El departamento indicó que los bombardeos provocaron el domingo la muerte de tres personas en el sur del Líbano, donde se concentra la campaña de ataques aéreos masiva de Israel, mientras que también se registraron 84 heridos ahí y en los distritos de Nabatiyeh, el oriental Valle de la Bekaa y en la extensa región de Baalbek-Hermel.
De acuerdo con el recuento de medios locales libaneses, alrededor de 1.500 de las 2.309 muertes se han producido desde que Israel iniciara a finales de septiembre una campaña de bombardeos masiva concentrada principalmente en el sur y el este del Líbano, pero también en los suburbios sur de Beirut conocidos como el Dahye.
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Otras regiones más septentrionales, además del centro de Beirut, también han sido atacadas más recientemente, pese a ser considerados lugares seguros y a los que se han desplazado cientos de miles de personas que huyen de la violencia.
Las autoridades libanesas estiman que alrededor de 1,2 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares desde la escalada de la violencia hace poco más de tres semanas, mientras que aseguran que unas 400.000 han huido a la vecina Siria pese a la inestabilidad que impera en ese país desde la guerra de 2011.
