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Este miércoles arrancó el juicio por el caso del estremecedor feminicidio de Natalia Mosquera, una colombiana de 46 años de edad, que fue desmembrada y decapitada a manos de su ex pareja sentimental, Leonador Herrera, de 45 años.

Durante la diligencia, el procesado aceptó haber asfixiado a la mujer cuando estaba de espaldas, para posteriormente decapitarla, descuartizarla con un objeto cortopunzante y arrojar las partes del cuerpo al mar.

Además reconoció que hizo una herida incisa en el abdomen de la víctima para conseguir que el cuerpo se hundiera en el agua.

Policía de EspañaEste fue el momento en el que el 8 de enero de 2023, uniformados de la Policía de España buscaban los restos de la colombiana.

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Argumentó que cometió el crimen sin premeditación. “Yo no lo planeé, no tenía nada previsto, fue algo momentáneo, un impulso”, aseguró a preguntas del fiscal, que solicita 25 años de prisión por un delito de asesinato con el agravante de que era su pareja sentimental.

La Fiscalía también le pide al juez otros nueve meses más por romper la orden de alejamiento que tenía vigente respecto a la víctima, con la que había mantenido una relación sentimental durante siete meses.

Así ocurrieron los hechos

En la mañana del 8 de enero de 2023, Leonardo alquiló una furgoneta para acercarse a una iglesia en Marbella a la que acudía Natalia cada domingo.

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Bajo engaños, el hombre le pidió a la víctima ir a una playa para estar en un lugar más privado y poder hablar, pues recientemente habían terminado la relación. Sin embargo, fue allí cuando el procesado asfixió a la colombiana hasta la muerte.

Posteriormente el victimario la decapitó, le cercenó sus manos y le hizo un corte en su abdomen, con el objetivo de que su cuerpo se hundiera en el mar. Los otros restos también los arrojó allí. Ese mismo día aparecieron en una playa de Marbella.

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El colombiano había sido condenado a 16 meses de prisión después de que le propinara “un cabezazo en la nariz a Natalia que le causó lesiones” durante una discusión. Sin embargo, el hombre conmutó esa pena por el compromiso de no comunicarse ni acercarse a Natalia a menos de 500 metros durante ese periodo. Esta medida la incumplió en la mañana del 8 de enero cuando cometió el feminicidio.

Natalia Mosquera era auxiliar de enfermería y se había trasladado a España en 2018 para trabajar como limpiadora y en el servicio doméstico, dejando en Colombia a sus dos hijos de 22 y 27 años de edad.

Además de la condena, el fiscal también solicita indemnizar con 52.000 euros a cada uno de sus hijos, 15.600 a un hermano y 20.883 al otro.