Un religioso ecuménico de Ecuador fue condenado a 25 años de cárcel por violar repetidamente a su hija desde los 5 hasta los 11 años, a la que dejó embarazada y abandonó posteriormente en Perú, según anunció este miércoles la Fiscalía ecuatoriana.
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El Ministerio Público advirtió que se trata de la segunda condena por el mismo delito, después de que en febrero se le sentenciase a prisión por la violación de otra niña de 10 años.
En el caso más reciente, la Fiscalía probó que el condenado, identificado como Juventino de Jesús E. violó a su propia hija repetidamente durante seis años, hasta 2011.
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La víctima rindió su testimonio anticipado en 2023. Ella contó que las agresiones provenientes de su padre eran recurrentes y que se daban cuando estaban solos en la casa. También, agregó que le amenazaba con matar a su madre si contaba lo que estaba pasando.
La joven también relató que, pese a las amenazas, ella contó lo que el hombre hacía, pero que su madre no le creyó. Incluso, en alguna ocasión, fue testigo de los abusos, pero no hizo nada para detenerlos.
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De acuerdo a la información recabada por la Fiscalía, Juventino de Jesús E. se desempeñaba como arzobispo ecuménico. Su esposa –madre de la víctima– lo acompañaba como misionera religiosa, contra la que la Fiscalía abrió también una investigación previa en su contra.
El religioso fue detenido el 30 de abril en la ciudad de Huaquillas, situada en la frontera de Ecuador con Perú, tras una colaboración policial entre ambos países para cumplir una orden judicial de captura por denuncias de al menos cinco violaciones cometidas desde 2011.
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Los informes policiales tras la detención señalaron que el acusado había ingresado con la menor a Perú en 2019, donde acudió con ella a un hospital.
En el centro médico él se identificó como su padre y afirmó que su hija habría sido violada por un adolescente y que, producto de esto, había quedado embarazada.
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Cuando el personal sanitario le solicitó documentación, el hombre adujo haber perdido los documentos y abandonó a la niña y a la bebé.
La víctima y su hija, que ahora tienen 15 y 5 años, respectivamente, fueron rescatadas e ingresadas en una fundación en Perú y posteriormente trasladadas a Ecuador, donde fueron inscritas primero en un sistema de protección.
