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El papa Francisco aprobó el decreto para la canonización del beato venezolano José Gregorio Hernández Cisneros, por lo que será el primer santo de Venezuela, mientras se encuentra hospitalizado en el hospital Gemelli de Roma debido a una neumonía bilateral, informó este martes el Vaticano.

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Francisco firmó el decreto durante la visita que le hicieron el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, y el sustituto de la secretaria de Estado, el venezolano Edgar Peña Parra.

Hernández Cisneros, conocido como el “Médico de los pobres” (1864-1919) fue beatificado el 30 de abril de 2021 en Caracas.

El papa Francisco había destacado la figura de Gregorio Hernández, tras la beatificación: “Era un médico lleno de ciencia y de fe que supo reconocer en los enfermos el rostro de Cristo y, como buen samaritano, los socorrió con caridad evangélica”, dijo el pontífice tras el rezo del Regina Coeli el 2 de mayo de 2021.

El médico venezolano José Gregorio Hernández, fallecido en 1919, fue beatificado en Caracas en una reducida ceremonia, acorde a las medidas de seguridad que marcaban entonces la pandemia, a la que tan solo asistieron unas 150 personas.

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La beatificación se produjo después de que Francisco reconociera el milagro concedido a la niña Yaxury Solórzano Ortega, quien recibió un disparo en la cabeza durante un asalto mientras se encontraba con su padre y a quien los médicos que la atendieron habían desahuciado.

El suceso ocurrió en marzo de 2017, en el estado central de Guárico, cuando la pequeña tenía 10 años. Después de que los médicos que la atendieron dijeran a sus padres que la niña iba a fallecer, su madre rezó a José Gregorio para su curación, razón por la que, según la versión de sus familiares, avalada por al papa, se salvó.

El médico de los pobres, un galeno que combinó sus conocimientos científicos y su profunda vocación religiosa durante sus 54 años de vida, fue siempre muy venerado en Venezuela.

Nació el 26 de octubre de 1864 en Isnotú, un pequeño poblado del occidental estado de Trujillo, y criado por una familia modesta de marcados valores religiosos.

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Al doctor Hernández se le atribuyen miles de milagros y solo el de la pequeña ha sido reconocido por el Vaticano. La popularidad y cariño entre sus ciudadanos, que tras su muerte comenzaron a venerarlo y a llamarle santo, se inició desde que era muy joven, debido a la generosidad con la que siempre actuó.

El médico murió en Caracas el 29 de junio de 1919 cuando un vehículo lo atropelló y en la caída se fracturó el cráneo al golpearse con una acera.

A su funeral asistieron miles de personas y el principal cerro de Caracas, conocido como Ávila, quedó despoblado de flores después de que fueran cortadas para llevárselas al doctor, cuyo féretro fue cargado en brazos por el pueblo.